La manifestación
en Ponferrada, organizada por la Plataforma Berciana contra las violencias
machistas, comenzará a las 12 horas
en la Plaza del Ayuntamiento y finalizará en la Plaza de Abastos. Allí tendrá
lugar a las 13:00 horas un acto de expresión artística a cargo de la Asociación
de Estudiantes del Bierzo, la lectura del manifiesto y una dinámica de frases
para la reflexión.
A continuación reproducimos el manifiesto del PCE elaborado con dicho motivo.
El 25N contra sus
violencias ¡caminamos hacia el 8M!
Este 25 de noviembre, día internacional contra la violencia machista
denunciamos la complicidad de los gobiernos que, con sus políticas, dejan
vulnerables y desprotegidas a las mujeres. Porque violencia machista no es solo
la ejercida por los exmaridos o las exparejas. También la complicidad es
violencia machista.
Cómplice es el gobierno cuando con sus políticas deja a las mujeres jubiladas en extrema pobreza con un 37%
de brecha de las pensiones respecto a la de los hombres, que en la media
general de las mujeres equivale a 421 euros menos de pensión que la media
general de los hombres (Ministerio de Empleo y seguridad Social en junio 2017).
Pensiones de las mujeres que en la media no llegan a los 700 euros.
Cómplice es el gobierno que con sus reformas
laborales nos sitúa a las mujeres como
ciudadanas de segunda subordinadas y
dependientes, con una brecha salarial
que en España oscila entre el 20 y un 30 % inferior al de los hombres,
prácticamente en todas las comunidades autónomas. En la Unión
Europea la diferencia de salarios entre ambos sexos es de un 15 %, lo que
supone que las mujeres europeas deben trabajar casi dos meses más para igualar
su sueldo al de los hombres.
Cómplice es el
gobierno que destruye el escaso estado de bienestar y no garantiza la dependencia, la justicia social y la igualdad. En
los últimos años las políticas de igualdad han sufrido el recorte del 43% y los
recursos en prevención de la violencia de género se han reducido en el 17% (Oxfam
Intermón en noviembre 2016).
Es cierto que
en el pacto de estado contra la violencia machista recientemente aprobado
avanza en materia presupuestaria pero ha sido tan grande el retroceso en
materia de igualdad, han sido tan grandes los recortes de recursos y servicios públicos necesarios para fomentar la igualdad y para atender y prevenir las violencias machistas que continúa siendo
escaso y, además, no hay ninguna claridad ni
garantías para su cumplimiento, lo que queda en manos de los intereses
partidistas del Gobierno del PP. En definitiva un pacto que sirve para lavar la
cara a quienes nos agreden con sus políticas.
Cómplice también es legislar contra
la violencia de género y no recoger la retirada de la custodia a los
padres maltratadores, no olvidamos a Juana
Rivas ni a todas las Juanas que tienen que ver peligrar la vida de sus hijas
e hijos.
Cómplice es el gobierno que desprotege
a las familias monoparentales donde la persona adulta es una mujer que son
la mayoría, el 53’5 % viven en el umbral de la pobreza.
Cómplice es el gobierno que invisibiliza
las situaciones de extrema exclusión que sufren muchas y muchas mujeres. En
España, son 6 millones de personas el
número de mujeres que viven en el medio rural, donde se acentúa el desempleo
femenino y la brecha salarial entre hombres y mujeres. El 60% de las víctimas
mortales de violencia machista provienen de este ámbito.
Cómplice es el gobierno que no pone
medios suficientes para atender las violencias que sufren las mujeres con
diversidad funcional, que por su mayor vulnerabilidad están expuestas a
formas refinadas y crueles de violencia, en el hogar por sus parejas o familiares,
o en ocasiones en los mismos centros de atención públicos y privados por sus
cuidadores.
En España de 50.000 a 60.000 mujeres sufren esclavitud sexual, una de las más
graves situaciones de violencia machista. La permisividad y la tolerancia de la
prostitución permiten que los hombres de todas las clases sociales tengan al alcance
las mujeres de los países pobres, aquellas que huyen de las guerras y de las
violencias sociales y económicas.
Un pacto de
estado contra violencias machistas debe explicitar la explotación sexual que supone la prostitución, que se trata de manera
absolutamente tangencial, que ni si quiera se menciona y que contraviene
importantes normativas internacionales. Ambas son claras expresiones de la
explotación del cuerpo de las mujeres, de la mercantilización de la que son
objeto y de cómo se pretenden normalizar en nuestra sociedad estas formas de
violencia.
En definitiva cómplice es el
gobierno y los partidos que apoyan sus políticas que para sustentar al sistema capitalista y patriarcal recortan los derechos
y la vida de las mujeres.
El PCE denunciamos que el pacto de estado no tenga una visión integral de la violencia
machista, y eso después de transcurridos casi 13 años de la entrada en
vigor de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia
de Género de 2004, que sólo reconoce la violencia en el ámbito de la pareja/ex
pareja o en el sexual.
El terrorismo machista es una cuestión de estado por ello
exigimos al gobierno y a los partidos políticos trabajar parar avanzar con las
organizaciones feministas hacia una
verdadera ley integral contra la violencia machista.
El PCE Llamamos
a participar en la movilización de este 25 de noviembre que ha de ser el impulso hacia la huelga internacional, el próximo 8 de marzo
¡!