Boas noites, bona nit, gabon, buenas noches. En nombre de la Unión de
Juventudes Comunistas de España transmitiros un caluroso saludo a las camaradas
de Madrid, a quienes habéis hecho un largo viaje para venir aquí y también a
todas aquellas personas que no sois del Partido pero que habéis querido
acercaros estos días a la Fiesta del PCE.
Es un orgullo que la Fiesta del Partido de los
trabajadores y trabajadoras haya vuelto a Madrid capital, y en concreto al
obrero y combativo barrio de Vallecas.
En primer lugar, como todos los años, agradecer a toda la
militancia que con su trabajo hace posible esta fiesta, tanto al montaje y
desmontaje como los diversos turnos que se desarrollan a lo largo de estos 3
días. Es el trabajo voluntario forjador de conciencias y que demuestra todo el
potencial que tenemos la militancia comunista cuando nos organizamos.
No son buenos tiempos para ser joven de clase
trabajadora, si es que alguna vez lo fueron. Se ha recuperado el PIB que había
antes de la crisis, pero desde 2008 hemos ido perdiendo derechos y condiciones
laborales. Porque la riqueza producida se ha destinado en menor medida a pagar
salarios y más para impuestos que paguen los intereses de la deuda y a los
bolsillos de los empresarios. Se ha incrementado la explotación y pese a que
dijimos que la crisis la debían pagar los ricos la hemos acabado pagando los de
siempre, las trabajadoras y los trabajadores.
En la España de 2017 mucha gente no tiene para comer pero
en cambio entre todos y todas le hemos dado 40.000 millones de € a los bancos,
que no vamos a volver a ver.
En la España de 2017 miles de jóvenes no pueden acceder
ni siquiera al alquiler de una vivienda mientras los bancos y los fondos
buitres acumulan pisos vacíos. Es esa misma España en que las listas de espera
en Sanidad no dejan de aumentar mientras políticos y empresarios se enriquecen
de forma ilegal con la corrupción o de forma legal pero no legítima
privatizando servicios públicos. Donde no hay dinero para educación y por eso
las tasas universitarias son cada vez más inaccesibles pero si hay 6.000
millones de € para comprarle 60 aviones de guerra a Trump que ya me diréis para
qué necesitamos.
Es el mismo país donde las mujeres además de cobrar
menos, de tener menores tasas de ocupación, de trabajar en precario… se las
quiere exprimir aún más buscando un nuevo nicho de negocio en sus úteros. Por
eso tal y como luchamos contra el negocio de la prostitución también combatimos
el liberalismo patriarcal que quiere legalizar los vientres de alquiler.
Pero frente a esta España de explotación, corrupción y
machismo hay un pueblo que lucha y no se resigna. Es esa España republicana,
federal, formada por diversos pueblos y naciones pero con una única clase
trabajadora que tiene su propio modelo de país y sociedad. Es esa España del
futuro, que está por venir, que la tenemos que traer los jóvenes con el resto
del pueblo trabajador. Ese país donde no se impone la unidad a un pueblo, donde
el derecho de autodeterminación y la libre adhesión son un pilar básico.
Y frente al caduco régimen las y los comunistas tenemos
una alternativa que ofrecer a los trabajadores, a los jóvenes, al pueblo. Un
país en forma de República que garantice que los sectores estratégicos estén en
manos del conjunto de la sociedad, que reindustrialice el país, que eleve el
nivel de vida de la clase trabajadora, que garantice los servicios públicos.
Eso no es ni más ni menos que construir la soberanía popular, y eso será fuera
del marco del euro y la UE. Porque no engañamos al pueblo ni a nuestra clase,
no será un proceso fácil, pero es el único camino. Y el horizonte de este
proceso únicamente puede ser una sociedad socialista, y quien diga que no o
está engañando al pueblo o está contra él.
Camaradas, no estamos inventando nada nuevo. Hace 100
años la clase obrera rusa ya fue capaz de tomar el poder. Un país sin
explotadores ni explotados, que ponga todos sus recursos a trabajar en
satisfacer las necesidades de la mayoría de la sociedad, que rompa las
desigualdades entre el hombre y la mujer, todo eso fue posible gracias a la
organización y tenacidad del partido bolchevique y del pueblo ruso que supo que
sólo el Socialismo podrían garantizarles paz, pan y tierra.
También este año conmemoramos otro aniversario. Los 50
años del asesinato del Che Guevara mientras combatía en las montañas de
Bolivia. EL Che es un icono para cualquier joven revolucionario. Pero es
necesario además de rendirle homenaje en gorras y camisetas, leer su obra,
estudiar su vida, y especialmente emular su entrega, su capacidad para darlo
todo por los más humildes, para luchar contra las injusticias, para construir
el hombre y la mujer nueva.
Y con este espíritu internacionalista y rindiendo
homenaje al Che, Fidel y Mohamed Abdelaziz embarcaremos en dos semanas a Sochi
más de 100 jóvenes del Estado Español para acudir al 19 festival mundial de la
Juventud y los Estudiantes. Bajo el lema “por la paz, la solidaridad y la
justicia social, luchamos contra el imperialismo. Honrando nuestro pasado,
construimos el futuro”, miles de jóvenes de todo el mundo compartiremos
nuestras experiencias de lucha y resistencia frente al imperialismo.
Porque los jóvenes queremos un futuro en el que los
avances tecnológicos y científicos sirvan para resolver los graves problemas
que afronta la humanidad. Porque un mundo sin hambre, sin analfabetismo, sin
guerras es posible, pero no bajo el capitalismo. Por eso la juventud del mundo
proclamamos que queremos cambiar el sistema y no el clima. Porque como ya dijo
Fidel Castro hace 25 años, hay una especie en peligro de extinción y esa es el
ser humano.
Pero a esa juventud que lucha, que no se resigna la
intentan acallar con represión de todo tipo. Y un ejemplo de ellos es Alfon,
vecino de este barrio y del que exigimos su inmediata liberación. Pero también
pedimos la absolución para Jesús y Elena del caso 13 rosas, para los 10
antifascistas de Zaragoza y tantos otros casos de trabajadores perseguidos por
luchar. Por eso decimos banqueros y corruptos a la cárcel, presos políticos a
la calle.
Nos han saqueado, obligado a emigrar, nos recortan
libertades y una vez superadas las falsas expectativas que buena parte del
pueblo había puesto en el cambio a través de la institución, no puede reinar la
resignación y la desesperanza.
Especialmente en los jóvenes, que si no encontramos
trabajo intentan culpabilizarnos y que veamos un fracaso personal donde hay un
fracaso del sistema. Porque el paro juvenil no se va a solucionar con el
discurso hipócrita del emprendimiento, pese a que se encarguen de repetirlo
constantemente.
Por eso desde la Juventud Comunista decimos que sí hay
futuro, pero este solo llegará luchando. Como siempre, la clase obrera marca el
camino. Ahí tenemos el ejemplo de los estibadores, de los trabajadores de
seguridad del Prat, pero también encontramos ejemplos de organización de la
juventud trabajadora en los entornos más precarios imaginables, por eso
saludamos y apoyamos a las trabajadoras de Deliveroo que se han rebelado, a las
captadoras de socios de Médicos Sin Fronteras y tantas otras. Pero también
estamos en la lucha estudiantil, por una educación pública y gratuita, con las
estudiantes de FP por una enseñanza de calidad y unas prácticas remuneradas,
con la juventud que se organiza para luchar por el acceso a la vivienda o con
las mujeres que están trabajando por hacer del 8 de marzo una jornada exitosa
de huelga.
Finalizo con una reflexión. Estos días hemos escuchado
como había gente que gritaba “A por ellos” a la Guardia Civil cuando salían
camino a Catalunya para impedir que se pueda votar este domingo. Mucho trabajo
nos queda aún por hacer, pero llegará el día más pronto que tarde que el pueblo
grite “A por ellos” pero esta vez sea hacia los Botín, los Borbones y
Florentino de turno y es nuestra tarea y nuestro deber hacer que esto suceda.
Camaradas, no tenemos nada que perder y si todo un mundo
que ganar. Con el ejemplo bolchevique volveremos a tomar el cielo por asalto.
¡Viva la fiesta del PCE!
¡Viva el Partido Comunista!
¡Viva la Juventud Comunista!
¡Viva el Partido Comunista!
¡Viva la Juventud Comunista!